En las enfermedades neurológicas ya hace años que se acuñó un concepto que está aceptado y que es el de la “neuroplasticidad”. Esencialmente consiste en que el sistema nervioso pone en marcha mecanismos de compensación de los déficits que pueda sufrir activando grupos de neuronas y circuitos que de otra manera no estarían activos. Cuando existe una fractura de un hueso, la reparación de la misma se produce independientemente de que hagamos algo, formando un callo mejor o peor dependiendo de que se inmovilice o no esa fractura; pero el callo se formará porque el organismo tiene las órdenes pertinentes para que sea así. En el sistema nervioso también existen esas órdenes "intrínsecas" de autorreparación pero han de ser fomentadas.
La rehabilitación persigue no solo mantener adecuadamente el sistema musculoesquelético sino también activar y estimular los mecanismos de reparación y de compensación de los déficits, es decir, fomentar la neuroplasticidad. Cuando tratamos personas enfermas de esclerosis múltiple con fármacos, el coste de ese tratamiento es de aproximadamente 10.000-12.000 euros/año.
No realizar rehabilitación supone renunciar a una de las partes del tratamiento, que es la rehabilitación física y funcional, es decir, renunciar a fomentar la neuroplasticidad y a poner en marcha los mecanismos compensatorios de los posibles déficits que puedan existir. En esas circunstancias hemos gastado mucho dinero para no aprovecharlo de forma adecuada, es decir “hemos comprado un Ferrari pero no podemos aprovechar todas las prestaciones que nos puede dar, y nos limitamos a pasear con él por una camino de tierra y no por una autopista”
JOSÉ Mª OSCAR PRIETO GONZALEZ